Pocos pueblos en el mundo presumen de tener un impactante cañón que roza los 1000 metros de profundidad y 11 kilómetros de largo; fastuosa creación de la naturaleza que se tomó millones de años para regalar a los peruanos y al mundo esta, la joya de la corona en cuanto a atractivos turísticos de Chachapoyas.
Ubicado en el distrito de Huancas a más de 2600 m.s.n.m., el del Sonche es uno de los cinco cañones más espectaculares del Perú, junto con el cañón del pato; del colca; Cotahuasi y Apurímac.
Desde el mirador, la vista se agrada ante una colosal cordillera cubierta de una larga y espesa alfombra verde de vegetación; abajo, en los casi 962 metros de profundidad, el río Sonche sigue abriéndose paso dejando cicatrices en la superficie.
—Explorar restos arqueológicos. El cañón tiene entre sus senderos restos arqueológicos de la cultura Huancas, que se sabe se refugió en este lugar para evitar ser dominados por los incas. Estos vestigios comprenden formaciones rocosas y otros elemento simbólicos.
—Comprar la mejor alfarería. No puedes pasar por el poblado de Huancas y no comprar la mejor alfarería del departamento de Amazonas, pues no por nada su ancestral cerámica es Patrimonio Cultural de la Nación.
—Volar un dron. No hay que tener un permiso especial, ni nada por el estilo, por lo que si tienes un dron en casa podrás llevarlo y ponerlo a volar sobre el inmenso abismo.
—Aprender a elaborar cerámica. Los turistas están invitados a aprender el paso a paso de la elaboración de la cerámica en el centro artesanal La Cusana, el taller de alfarería más famoso de Huancas.
—Recorrer los senderos. La variedad de senderos rodeados de naturaleza son perfectos para apacibles y reflexivas caminatas, mientras la fresca brisa del ocaso acaricia el rostro.
De Lima al distrito de Huancas son más de 1200 kilómetros, unas 20 horas de viaje por tierra tanto en bus como en auto. Desde la comunidad campesina de Huancas hasta el cañón del Sonche hay escasos 650 metros, por lo que fácilmente se llega caminando.
Es igualmente fácil llegar desde la ciudad de Chachapoyas, a solo 8 kilómetros de distancia. A pie, es un paseo de una hora y 40 minutos; en colectivo y saliendo a cuatro cuadras de la plaza de Armas, son 20 minutos.
—Llevar protección solar. El borde donde se tienen las vistas al cañón está expuesto al sol, por lo que será necesario llevar gorro, lentes de sol y protector solar.
—Salir temprano desde Chachapoyas. Si se caminará hasta el cañón desde Chachapoyas, lo mejor será salir bien temprano en la mañana. El horario es de 9 am a 5 pm excepto los domingos, cuando el lugar cierra a las 3 pm.
—Llevar dinero en efectivo. Aunque es poco lo que se paga, la entrada al mirador techado y de ladrillos no es gratuita, así que se debe llevar dinero en efectivo.
—Vestir cómodo. Es importante llevar zapatillas de trekking y ropa ligera, pero que proteja del sol. También debes guardar en la mochila agua y algunos snacks.
—Ten en cuenta la temporada de lluvia. Lo meses de lluvia en la región son de diciembre al primer trimestre del año, por lo que si visitas el cañón en esta temporada deberás llevar poncho y abrigo, pues hace mucho frío.
—Respetar las barandas de seguridad. No se debe pasar las barandas de seguridad para estar aún más cerca del precipicio. Aunque es muy tentador, también es muy peligroso.
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